viernes, 28 de septiembre de 2012

EL MOMENTO DEL PLACARD Y LA ESTRATEGIA


Organizando el guardarropas de la semana.
 Llego el momento de ponernos manos a la obra con todo teniendo presente todo lo que venimos conversando. La invitación es a adelantarnos al stress de definir que ponernos cada mañana, necesitamos un rato de tu tiempo, imagino que no será fácil, pero te aseguro que vas a ganarlo en satisfacción y corridas en tu rutina. ¿Sábado por la tarde?
Paso 1.
Con lápiz a papel
Solo vos conoces las demandas de tu semana y las actividades que realizas. La clave es hacer un análisis calmado y racional de tu forma de vida, anotando tus próximas actividades semanales día por día y una cosa más, dentro de tus posibilidades empezar a pensar en algo que quieras hacer y estés postergando. Tener el equipo adecuado armado con anticipación es una manera de ir dándote otros espacios (no estoy hablando de obligaciones del tipo de dieta y gimnasio, sino de aquellas cosas que te generen verdadero placer).
Paso 2
Manos a la obra
Ahora vas a armar combinados en una percha cada uno seis equipos de prendas (hablamos de lunes a viernes y un equipo extra) mas aquel que necesites para alguna ocasión especial. Cada prenda tiene que estar perfectamente limpia y planchada y necesitas contar con la seguridad de que te queda bien, si hace semanas que no la usas la recomendación es que te la pruebes. Si repetís algún básico (pollera o pantalón) con un cartel colgando de la percha es suficiente. Personalmente organizo algunos looks más formales y otros más informales, ya que además de considerar las actividades que tenga planificadas elijo de acuerdo al ánimo de cada día.
Paso 3
Creando diferencias.
Como si condimentaras una comida, para darle el toque final, una vez armado cada equipo es el momento de accesoriarlo, pashminas, colgantes etc, experimenta y divertite con las diferentes opciones, saca a relucir todo aquello que tengas olvidado (ayudas de madres y abuelas bienvenidas). Infalible guardarlos en una bolsita de nylon tipo almacén enganchadas en la misma percha. Carteras y zapatos si tenés la idea de variarlos con cada equipo también tienen que sumarse a la percha. En mi caso, el tema de la cartera en mi caso prefiero simplificar eligiendo una sola    para toda la semana, única posibilidad de no quedarme afuera de mi departamento por llevar la llave.
Paso 4
Para ir terminando
Este acercamiento planificado al guardarropa es un buen momento para empezar a armar una lista de compras, ya que con este ejercicio vas a tener una idea muy clara de que necesitas. También es una buena ocasión para empezar a ordenar el armario, simplemente descartando aquello que hace más de una temporada no te pones o ya definitivamente no te queda.
De a poco cada vez que mires una vidriera o una revista de modas vas a detectar que detalles ir incorporando a tu guardarropas, filtrando e identificando que puede trasladarse a la vida de una mujer “real”.
El ultimo truco: ármate un equipo botiquín, que tenga esa “prenda amuleto” que tanto querés y sabes va ha hacerte sentir mejor ese día que no empieces con las mejores ganas.
Si te quedo un resto de energía podes fotografiar cada equipo para tenerlo registrado.
Ahora a colgar los looks armados para cada día, preferentemente adonde estén a la vista, un perchero es lo ideal, los picaportes de las puertas también valen y si no queda otro remedio adentro del placard.
 
La propuesta está planteada.  Me quedo dispuesta a escuchar y a intentar ayudarte a resolver todas las dudas que tengas. Espero que lo intentes y me cuentes tu experiencia.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

EL MOMENTO DEL PLACARD Y NUESTRA ESENCIA

¿Que me pongo?

Detrás de esta pregunta que nos resulta tan familiar y cotidiana, hay un cuestionamiento mas profundo.
 ¿Quién soy? O ¿Qué aspectos de quien soy quiero mostrar al exterior?
Nuestra identidad de va construyendo a partir de la mirada de los otros, desde la historia familiar, lo cultural y la estructura social que habitamos. Entramados en este lugar vamos armando “los personajes” que sentimos nos hacen funcionar mejor.
El “sistema de la moda”, también nos envía mensajes constantemente de una mujer ideal a la que deberíamos aspirar alcanzar casi a cualquier precio. Por otra parte, afortunadamente en el mundo occidental, los estilos y las alternativas a la hora de decidir que ponernos se amplían y democratizan cada vez más.
En esta variedad de alternativas es donde la moda nos ofrece la mejor de sus posibilidades: pensarnos, elegirnos y tener la libertad de expresarnos, de parar por un rato el ruido abrumador de todos los mensajes del afuera y encontrar nuestra “esencia”, nuestra mismidad, darle un espacio a esa mujer que nos olvidamos en el camino.
La propuesta es dejar de lado por un rato a las  vidrieras o las revistas de moda. Vamos con nuestra historia, la experiencia de nuestro presente de quienes vamos siendo y de nuestras posibilidades para mañana, a mirarnos para adentro. Otorgándole a esta mirada toda la aceptación y el amor que genera la convicción de que somos la mejor versión de nosotras mismas que pudimos alcanzar hasta el día de hoy.
Desde este espacio te pido que empieces a buscar esa prenda, ese accesorio o ese color con el que te sentís mas confortable. El lugar ideal es tu propio placard, vamos a dejar las compras para más tarde. No vas a tener muchas dudas son esas prendas con las que te moves con mayor seguridad, son los colores y los accesorios con los que brillas mas auténticamente, los que sentís naturalmente como una segunda piel.  
No somos necesarios los asesores de imagen para que repitas este ejercicio hasta que se te haga un hábito, encontrarte con esta parte tuya a la hora de vestirte. Darle lugar en tus equipos cotidianos a estas prendas que te hagan desplegarte en todas tus posibilidades. Esta información viene de nuestro interior y esta alejada de cualquier mensaje publicitarios. Las últimas tendencias, las colecciones de las marcas y los diseñadores, están para ser linkeadas, relacionadas y seleccionadas a partir de tu propia naturaleza, aquí es cuando podemos comenzar a hablar de estilo.
Si leíste hasta el final del posteo seguro que identificaste alguna de estas prendas o accesorios en tu propio guardarropas. ¿Me contarías cual es?

lunes, 24 de septiembre de 2012

EL MOMENTO DEL PLACARD. CUERPO Y ALMA



¿Cómo me siento hoy?
De muchas maneras la ropa que elegimos ponernos depende en cualquier momento de cómo nos sentimos con nuestros cuerpos y con nosotras mismas. En el largo plazo en la medida en que maduramos nuestro cuerpo cambia en una multitud de maneras. Ganamos peso, perdemos peso y aun manteniéndolo nuestras formas cambian todo el tiempo. (La ley de gravedad es infalible e inevitable).
De golpe parece que nuestra ropa tomara vida propia y aquel vestido que nos quedaba perfecto la última Navidad hoy ya no nos favorece, sabemos que no se ha metamorfoseado en el placard y sufrimos una verdadera crisis de seguridad y autoestima mientras decidimos a que sobrina o amiga  regalárselo.
Las percepciones que tenemos acerca de nuestro cuerpo limitan las elecciones de nuestras prendas. En ocasiones nos restringimos a elegir solo aquellos colores que pensamos van a esconder nuestros defectos corporales. Afortunadamente la mayoría de nosotras también tenemos días en los que nos sentimos bien con nuestra figura, la sentimos en buena forma, bajo control y ya no la queremos esconder, sino revelarla.
Nuestro humor y nuestras emociones también pueden afectar nuestras elecciones a la hora de definir que ponernos. Sentirnos seguras y positivas facilitará que corramos el riesgo de elegir una prenda mas colorida. Nuestro estado de ánimo puede limitar nuestra elección de prendas, pero a menudo no lo sabemos hasta el “momento del guardarropa”. Para mujeres de una gama muy amplia de culturas, edades y orientaciones sexuales nuestras emociones, nuestros cuerpos y nuestros sentimientos acerca de nuestros cuerpos pueden definir las prendas que elegimos o rechazamos cada día.
Mientras seguimos reflexionando: ¿Me contarías que prendas elegís aquellos días que te sentís de mejor y peor humor?

domingo, 23 de septiembre de 2012

jueves, 20 de septiembre de 2012

EL MOMENTO DEL PLACARD. LA MIRADA DE LOS OTROS



El momento del guardarropa decidiendo que ponernos y armando el look es un verdadero ejercicio de autoexpresión y creatividad. Entonces nos repetimos automáticamente las mismas preguntas: ¿Quiénes somos? ¿En qué contexto nos movemos? ¿Quién es nuestra audiencia?

Repasamos cuidadosamente nuestra agenda del día e intentamos elegir la ropa adecuada, pensando cómo queremos ser vistas y que imagen esperamos proyectar: ¿Tenemos una reunión en el colegio de nuestro hijo? ¿Una presentación de trabajo? ¿Intentamos vernos especialmente seductoras?
Algunas veces la mirada de los otros no nos resulta demasiado importante, como cuando salimos de compras al supermercado. En ocasiones es directamente irrelevante, por ejemplo si decidimos quedarnos una tarde de sábado a solas en casa mirando películas. Pero en nuestra vida moderna, generalmente con un mismo look nos movemos en diferentes contextos y con diferentes audiencias.
Elegir el equipo adecuado es una tarea bastante difícil, llena de opciones y posibilidades de equivocarnos. Este desafío nos obliga a repensarnos a nosotras mismas, a reflexionar a cerca de de los roles que ejercemos y cómo se distribuye nuestro tiempo. Pero además es una invitación a recapacitar acerca de quienes queremos ser y que cosas, que nos parecen importantes estamos dejando de hacer. La verdadera posibilidad es la de utilizar nuestro guardarropas, como una herramienta más para alcanzar nuestros sueños.
Te animas a contarme: ¿Cómo te llevas con  la mirada de los otros?

miércoles, 19 de septiembre de 2012

EL MOMENTO DEL PLACARD


Cada mañana paradas frente a nuestro placard, presionadas por el reloj y los compromisos todas las mujeres atravesamos la misma experiencia.
En pocos segundos procesamos un montón de información antes de decidir que ponernos. Repasamos: ¿Adónde vamos a ir? ¿Qué tenemos que hacer? ¿Qué tan importante es cómo vamos a vernos? Cruzamos estos datos con nuestro estado de ánimo y la percepción que tenemos de nuestra figura y finalmente con la ropa que disponemos limpia y planchada.
Repetimos esta rutina como integrantes de una sociedad donde el consumo y la moda se han transformado en un estilo de vida. Encontrar el estilo adecuado se ha convertido en una tarea compleja, llena de dificultades y alternativas.
Todas conocemos el placer absoluto de conseguir el look que funciona y produce las reacciones que buscamos. Todas tenemos malos momentos eligiendo el equipo equivocado, aquel que nos hizo estar incomodas el día entero. 
La ropa es nuestra piel social, vivimos en cuerpos vestidos y el look adecuado es aquel que nos resulta útil y confortable. Aquel que nos permite movernos en nuestra vida diaria sin interferencias.
Mientras empezamos a pensar en la mejor manera de organizarnos: ¿Me contás como es tu “momento del guardarropa” al comenzar el día?

martes, 18 de septiembre de 2012

DE REGRESO


Volver a escribir.
Enfrentarse con una pagina en blanco inquieta y mete un miedo que desafía.
Es ir en camino de mi propio encuentro, después de experiencias fuertes de oro y de barro, es redescubrir quien soy y como pienso las cuestiones de siempre.
Sé que poco importa el plan inicial, que las palabras poco a poco irán tomando vida propia y se desplegaran de una manera diferente de la que tenían cuando hablaba conmigo misma, se también que el “mundo virtual “ me devolverá cada idea repleta de alternativas nuevas.
Hace un poquito más de un año que no actualizo el blog, llego el momento de retomar. Extraño demasiado la trama de relaciones y afectos que va tejiéndose a través de la red,   la adrenalina que genera recibir cada comentario,  el crecimiento que implica el estar al día leyendo y participando de otras publicaciones.
Avanzo en en este borrador y queda mas claro que extraño a cada una de las personas que estuvieron conmigo en esta aventura. Te invito a acompañarme en esta nueva etapa, para hablar de moda, cuerpo, imagen y otros temas importantes.  Con el entusiasmo de siempre
Stella.