Por la mañana el Tedeum.
Por la tarde, preparada para recibir a los Presidentes Latinoamericanos.
Después rumbo al Cabildo.
Participando de los festejos junto al secretario general de Unasur, Néstor Kirchner.
Y la Cena de Gala.
Como siempre, se la veía impecable y dueña de un estilo propio.
Seguramente algunos comentarios no tardarán en hacerse oír. Desde la prensa, artículos completos se han dedicado al “look y al guardarropas presidencial”, pasando por costos, diseñadores, carteras, joyería, maquillaje y poniendo el acento en temas tan trascendentes como “el grosor del rímel”.
La inclinación y el gusto por la moda de Cristina se crítica, sin tener en cuenta que está representando al país entero.
Personalmente, todavía no escuche condenar a ningún mandatario por el color de la corbata o el ancho de las solapas de sus trajes. Si en cambio, no faltaron halagos a las conquistas amorosas de algunos personajes de aquí y del mundo.
Algo raro pasa e independientemente de cualquier ideología política, las mujeres deberíamos reflexionar sobre el tema.
Cuando hablamos de cuestiones de género no estamos refiriéndonos a genitalidad, sino a aquello que se espera culturalmente del comportamiento de un hombre, o una mujer.
Cualquiera de nosotras que se desempeñe en el mundo laboral, sabe que en primer término será juzgada por su apariencia física y que después de demostrarlas doblemente, sus competencias y su capacidad intelectual, comenzarán a tenerse en cuenta.
Por lo general :
Si ténes don de mando estás demente, pero de un hombre se dirá que tiene capacidad de liderazgo.
Si un proyecto te apasiona resultás una histérica, ellos mantienen en claro su objetivo.
Si podés atender varios temas al mismo tiempo sos dispersa, de tu colega del sexo opuesto se admira la capacidad de acción.
Si te producís mucho sos una frívola invirtiendo tiempo y dinero en temas tan vanales como la moda, de no hacerlo parecés una desalineada poco confiable y “poco femenina”.
Estas y otras diferencias están instaladas en la manera colectiva de ver las cosas.
Tenerlo en cuenta es importante “no caer en la trampa, no ser complices” ni a la hora de juzgar al otro o de evaluarnos a nosotras mismas. Ser concientes para generar un cambio y empezar a construir nuestra imagen de acuerdo a quienes somos, que nos importa, que queremos hacer y adonde pretendemos llegar.
¿Compartís esta idea?
¿Qué pasa en tu país o en tu lugar de trabajo?
No me meto en política, pero en cuanto a imagen me gusta esta mujer.
ResponderEliminarUn beso.
Hola!!!!!!!
ResponderEliminarNo intento abordar un tema político, sino hacer una lectura de los diferenes puntos de vista cuando el poder es ejercido por una mujer.
Me parece que el tema nos incluye y afecta a todas sin importar en que medio nos desarrollemos.
Gracias por comentar
La ví más sobria que otras veces, pero sigue sin gustarme su estilo... A los hombres también se los ha criticado, recordá todo lo que se escribió sobre Menem y sus trajes brillosos, la "avispa", el "quincho", ja!!! En un lugar de tanta exposición las miradas se posan más, no te parece? Con respecto a tu pregunta en mi blog, no sé cómo me organizo, pero las cosas salen... Será que amo lo que hago? Gracias por tus lindas palabras, besitos:>
ResponderEliminarHola Stella! estuve chusmeando todo tu blog y la verdad me encantó, vas derecho a mis favoritos así me entero cuando actualizás.
ResponderEliminarCreo que la manera en que nos vestimos nos ayuda a mandar un mensaje, o nos hunde si nos equivocamos en la eleccion.
Te cuento mi experiencia, soy contadora y vivo en Bahia Blanca, una ciudad todavía tradicional en muchos aspectos, donde cuando llega "el contador" todos esperan a un señor con su buena panza, pelado, con bigotes y traje color mostaza o azul marino. Cuando eventualmente llega, el contador es "la contadora", es una chica de 29 años, 1.73 mt, con tacos, cartera llamativa y anillos grandes en la mano derecha. Ahi está el primer "what"?
Te cuento además que ejerzo como asistente contable desde los 21, y me han llegado a decir "pichoncita" cuando me han visto trabajando en lo de un cliente.
Ante esto tuve que ponerme las pilas, para que mi imagen reflejara: ni se le ocurra decirme pichoncita, soy una profesional que está trabajando.. o cuando va al médico y resulta ser joven usted le dice "bebote"?
El tema da para largo, pero espero que se entienda a qué apunto, espero tus aportes en Discipula porque van a ser muy útiles, un beso grande!
Hola! Como estas?
ResponderEliminarMira, el estilo de Cristina no me termina de cerrar... em parece que es muy severo, sobre todo en make up.
De todos, me gustó mucho el del Tedem. Mas suavizado!
Te agrego!
Saludos!
Es verdad! Más allá de la política, jamás los medios se preocuparon por decir si el traje de un primer mandatario era de Giesso, Macowens o Dior!!, o de que marca era la billetera que usaban...y tanto lío se hace por las carteras marca LV!!!!!!
ResponderEliminarComo profesional dentro de un medio que en principio estaba regido por hombres (cosa que gracias a nuestro esfuerzo está cambiando actualmente, está bastante más equilibrado), aporto el comentario desde mi experiencia personal: si durante una reunión entre profesionales donde se está definiendo un tema determinado defendes fervorosamente una postura, te invitan a "bajarte del caballo"...pretendiendo que andes a pié mientras tus colegas del sexo opuesto andan en F1!!
Pues que raro, no sé por qué puede ser...
ResponderEliminarTe invito a mi nuevo blog; el tema principal es simple y conciso, y a la vez muy extenso y complejo: Los Hombres.
ResponderEliminarTe espero para que compartas conmigo tus experiencias, y me ayudes a comprender la insoportale confusión de la mente masculina.
Saludos!
La verdad es que esta mujer no para desapercibida allá por dónde va... en cuanto la critiqueo, creo que es un mal muy difícil de erradicar...está por todas partes! un besote
ResponderEliminarYo no me meto en temas politicos... En cuanto a estilimos... A mi no me gusta :)
ResponderEliminarhttp://www.chronicinsatisfactionmadrid.blogspot.com/
Hola Stella!!
ResponderEliminarUna vez me dijeron, vestite en concordancia al puesto laboral que queres,no para el que tenes.
Buenisima la nota
Un abrazo
Andre
No se que me pasa con esta mina. Mas allá de que no me simpatiza como persona y de que todo lo que hace se nota como algo forzado y fingido, no le encuentro el sentido a su manera de vestir.
ResponderEliminarPor mas que se ponga pilchas caras y de marca no le van.
La mona vestida de seda...
sinceramente lo que se puso me encantó (todos y cada uno de los modelos que lución con motivo del bicentenario)
ResponderEliminarindependientemente que ella nos guste o no hay que reconocer que estaba impecable como es su costumbre y que quien nos representa debe estarlo.
desde ya... comparto tu idea
beso