EL TALLE UNICO

Tarde de sábado. Palermo Hollywood. Cuando una experiencia que debió ser placentera se convirtió en casi devastadora.

Salí a caminar a elegir un vestido de fiesta “con tiempo”. ¿Que programa podría haber sido mejor?

Fue amor a primera vista, el color y la forma eran exactamente aquello que había imaginado.

Pero nos separaba una barrera más poderosa que la vidriera o el precio.

Lo saque del perchero y corrí entusiasmada al probador. Logre probármelo a fuerza de capricho y mucha, muchísima voluntad.

Era definitivamente “chico” y juro que no estoy tan gorda…………

Como seguramente me excedí en el tiempo de “una clienta promedio”, se acerco una vendedora.

-Necesitas algo?

-Si le respondí. El mismo color “un poquito mas grande……..”.

Al segundo y sin mostrarme ni siquiera la “sonrisa de manual” que los libros de venta enseñan en el primer capitulo me respondió

-No, solo trabajamos talle único.

Sin ofrecerme nada más, y como seguramente ya me consideraba un caso perdido. Regreso veloz a la charla con su compañera de trabajo.

Allí y mejor que en cualquier serie de ciencia ficción, me convertí en “XXL LA MUJER INVISIBLE.”

Tan invisible como estamos la mayoría de nosotras en las imágenes que reflejan el placer o la vida saludable.

Algunas marcas, los medios de comunicación y las campañas publicitarias parecen no enterarse del efecto que generan en nuestra autoestima. Nos han hecho sentir poco femeninas y poco atractivas, cuando en realidad no lo somos.

Para sentirnos felices es imprescindible empezar a entender que el ideal femenino es producto de la época y de la cultura.

XXL ADELANTE! La seducción pasa por otro lado.