lunes, 21 de septiembre de 2009

VISTIENDONOS




Desde los tiempos de Scarlett O Hara las cosas han cambiado mucho para las mujeres, ya no nos encorsetamos ni tenemos una nana que nos ayude. Cubrimos múltiples y diversos roles y tomamos varias decisiones a lo largo del día.

Aun así seleccionar que ponernos, tarea que realizamos en lo cotidiano, resulta ser una elección complicada.
Que implica el fenómeno de la moda para que definir “como mostrarnos” no resulte una tarea sencilla.

Nos inventamos a partir del vestido, nuestra ropa funciona como una parte de nuestro ser, es a través de ella que nuestro ser se hace visible. Utilizamos el vestido para completarnos a nosotros mismos, descubrirnos, construirnos y comunicarnos. Nuestro guardarropa es nuestro vocabulario.

Las prendas que elegimos, aquellas que sentimos nos representan mejor, transmiten nuestra personalidad, intereses, grupos de pertenencia, valores, status socioeconómico y mucho mas...
La indumentaria funciona como marco mientras otras formas de comunicación, verbal y no verbal ocurren. Y a diferencia de otros lenguajes permanece igual durante muchas horas del día.
Llevamos ropa por las mismas razones por las que hablamos, para que vivir y trabajar nos resulte más fácil y cómodo, para proclamar o disfrazar nuestras identidades.

Mucho antes de acercarnos a alguien lo suficiente como para mantener una conversación, un montón de información se está intercambiando. Quizás no podamos expresar con palabras todo aquello que estamos observando pero se registra de una forma inconsciente y simultanea. Antes de entablar cualquier charla dos personas, ya se han hablado a partir de sus propias imágenes, en un lenguaje más antiguo y universal.

Las primeras impresiones cuentan más que aquello que más tarde vamos descubriendo. Formamos un inmediato punto de vista que nos predispone acerca de la otra persona, que es percibida como un todo.
Probablemente cada mañana, corriendo entre el ropero y el espejo, tengamos presente algo de todo esto. Por eso elegir que ponernos no resulta tan sencillo.

Entender la complejidad de la moda puede ser el principio para poder disfrutarla, como aquello que es en su esencia: “libertad de expresión pura y uno de los privilegios y placeres del mundo libre".

2 comentarios:

  1. que interesante........uno se viste de acuerdo con lo que uno siente, como esta el dia, el color del cielo..........
    muy bueno!!! barbie

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  2. Ser invisible para una joven dependienta no es ningun problema. Tampoco lo es que las tiendan solo tengan ropita de niñitas, no me importa nada porque antes de vestirme "pienso", no dejo que me vistan los gurus de pacotilla con sus eternas y manidas frases tales como: "Llega la moda para la nueva mujer urbana....chucuchu, chucuchu...pensada para que te sientas...." Vamos a ver chicas, yo me siento bien o me siento mal dependiendo de "como haya pasado la noche", teniendo en cuenta la musica que oigo, los amigos con los que salgo, el libro que estoy leyendo, como está mi familia y algunas pocas cosas mas, o muchas...depende del día. No se el porcentaje de poblacion que representan los jovenes en el mundo, tampoco se cual es su poder adquisitivo pero estoy segura que al ritmo que llevamos de baja natalidad y pocas espectativas laborales muy pronto van a dejar de ser rentables para las marcas de moda que...seguramente optaran por crear ropa para quien SI QUE PUEDE COMPRAR
    osea...aquellos que gracias a los avances de la medicina y a logros sociales tales como las pensiones y la sanidad universal van a tener una larga vida y una decente cartera que les va a permitir VESTIR COMO LES DE LA GANA.
    Esto no lo digo yo, ya circulan rumores desde hace tiempo en periodicos y reportajes sobre los cambios que estan por llegar. Pobrecitos los adolescentes y adolescentas...que cara se les va a poner cuando comprueben que ya no son el ombligo del mundo y que realmente no le interesan a nadie mas que a su papa y a su mama. Ah! Por si acaso no se notaba soy Silvia

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